Una guerra contra el peor rival de todos: yo.
No es la primera vez que lucho contra mí, no sé cuándo fue la última, no sé cuándo terminó. Tal vez nunca lo hizo.
Es como si hubiese algo dentro mío que me obliga a odiarme y a tirarme abajo cada vez que trato de pararme. Y una parte de mí -que todavía no sé qué tan fuerte es- se resiste, se opone, trata de mantenerse firme. ¿Se mantendrá firme?
Hay algo, algo acá adentro, una basurita en mi ojo, un obstáculo en mi camino, un paquete que molesta. Mis soldados internos lo intentan derribar pero se están cansando poco a poco. Ese 'algo' que me impide ser feliz por momentos, conoce hasta mi última debilidad, conoce mis secretos, hasta el más guardado de todos, conoce mis sueños, mis esperanzas y miedos. Me conoce tan bien que asusta. Está dentro mío, porque soy yo.
No puedo dejar que esa 'basurita' me gane; no puedo porque si lo hago, pierdo contra mí, me pierdo.
Yo vs Yo. ¿Quién ganará?
Yo soy la que me maquino, la que me impido sonreír, la que me tiro abajo.
También soy la que lucha para que esto no sea así. La que sonríe de todas formas. La que trata de ver el vaso medio lleno aunque cueste.
La que susurra: "Tranquila. Aguantá. Se pone mejor"
Entonces me tranquilizo. Y aguanto, porque sé que se pone mejor.
"Nobody said it was easy"
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