2014 te miro con ganas

Miro para adelante y todo es futuro. Y lo que veo es una mezcla de decisiones y opciones y cursos y vías y diferentes rutas y caminos, confusiones, promesas y sobre todo, muchos kilómetros por recorrer.

Todo lo que me rodea es futuro, excepto por el lugar en donde estoy parada. Ese es el aquíyahora del que siempre hablan pero pocos entienden. Y es la senda que sigo, la que tenemos. Cada paso es un aquí y ahora.

Cada paso es aquí y ahora pero muchas veces nos quedamos perdidos, varados buscando un mapa que nos diga por donde ir. O peor, tratando de ver en el horizonte por donde sigue este camino.

Hasta que te das cuenta de que el camino lo vas construyendo cada día. 

Aquí y ahora significa nada más y nada menos que acá, ya, en este mismo lugar, vos y todo, en este mismísimo minuto.

Significa dejar de preguntarse de qué se trata la vida y salir a buscar esa respuesta. Dejar de estar preparado para todo, dejar de vaguear en miles de ideas para llevar a cabo nada. Significa moverse.
Porque por más que pases mil horas pensando en lo que podría pasar, no sabés qué va a pasar. Te podés morir mañana. O en 50 años. No lo sabés, nadie lo sabe. Entonces levantate, movete, salí de la cama, salí de tu casa. Dejá de tener miedo, porque ese minuto que perdiste muriéndote de miedo, ese minuto ya pasó y no existe más ni va a volver a existir. Lo perdiste, no pierdas otro. Hay cosas que jamás hay que dar por sentado; el tiempo existe para siempre pero nosotros no.

"Una mente llena de miedo es una mente sin espacio para soñar". 

sol solcito, calientame un poquito.

Sol de a pedacitos.
Regalables.
Guardables.
Sol después de lo oscuro.
Para destrabar el cuerpo,
la cabeza, y los
pies.

Sol porque ¡qué pálidos estamos!
porque así pensamos mejor.
Corrección,
porque ahora podemos pensar.
Sol porque él
es el único
que quiero que
me mire vivir.

Sol porque es mejor marcianamente rojos
que plutónicamente azules.
Sol
porque así me animo a tomarte la mano.

Sol porque se descongela la mente,
se nutren los pensamientos,
y se pegotean los sentimientos.

Sol porque no tengo miedo
ni lo tendré.
Ni yo, ni ninguno.

-

       La vida tiene puertas por las que entran y salen miles de cosas cada día. Entran y salen palabras, miradas, toques. Entran sentimientos. Salen suspiros. Entra odio y sale amor. Y viceversa. Hay cosas que entran para quedarse, otras que salen para volver a entrar, algunas chusmean y dan media vuelta y se van. Hay de todo porque así es la vida, una mezcla de millones de cosas. Eso somos. El resultado de una gran suma. La conclusión de un gran texto.
       Entre todas esas cosas que entran, entra gente también. A veces no nos damos cuenta de que entraron hasta que ya están ahí. Hay gente que entró mucho antes de que supiéramos la existencia de esas puertas. Hay gente que nos gustaría que entre, pero al parecer no está en sus planes. Hay otros que entran y así como entraron, se van. Otros que salen sin que queramos. Y hay otros a los que invitamos a salir. (O más bien, echamos a patadas).
       Todos ellos tienen un efecto en nosotros. Una alteración. 
       Nuestra vida es una serie de cosas; algunas más simples, otras complicadas. Ninguna sería igual sin la presencia de todas esas personas con las que nos cruzamos.


       Hay demasiada gente que no necesitás en este mundo. 
       Procurá que no te afecten. Tanto.

Viento.

Viento.

¿Me sentís? 

Sigo acá, por ahora.

Me dedico a observar.

Dolor.

Me está costando abrir los ojos. 

Ya no siento mi cuerpo.

No quiero dudar, pero ¿seguís junto a mí?

Frío.

Hay cosas que me duelen y cosas que me hacen sentir.

Lluvia.

No te asustes.

No son más que lágrimas.

Ellas tampoco me dejan ver, ¿sabés?

Polvo.

Me estoy cansando de respirar.

No soy tan fuerte como una vez dije.

Dolor.

Te hacés más fuerte cada vez.

Viento.

No te lleves mis palabras.

No te lleves mi voz.

Oscuridad.

No me apagues.

No es muy tarde.

dg 4.9.13

smilesmileSMILE!

La vida me sonríe, porque yo le sonreí a ella primero.

   Y esto no quiere decir que todo sea perfecto. Pero como dije una vez, no tengo miedo a bajar porque sé subir.

   Por momentos, la vida parece que nos está cargando. Nos tira uno y mil palos, no nos deja en paz un solo segundo. 

Cuando pasa algo muy feo, creemos que nunca vamos a volver a estar bien.

De a poco creamos un nuevo orden, uno que acepta las cosas que pasaron y toma una nueva dirección. Podés enterrar el recuerdo, dejarlo ir, o aferrarte a él.

La que elijas, te da una nueva mirada, una nueva perspectiva.

Yo no me arrepiento de las decisiones que tomé, 

yo puedo ver más claramente ahora,

yo aprendo a seguir adelante,

yo dejo el rencor para alguien más,

porque no me sirve.

Que cada uno siga el camino que pueda, que cada uno sueñe más alto, que cada uno luche, que cada uno gane. Que cada uno aprenda ser feliz así.

zeñooooo

pasó algo que nunca nadie pensó que podría pasar.
trabajé.

t r a b a j é

Fui ayudante en una escuela de esquí, tenía 7 nenes de entre cuatro y seis años, todos principiantes. 

Fueron solo dos semanas pero siento que aprendí muchísimo; desde a respetar un horario, hasta a dejar mis necesidades de lado para atender a los nenes primero.

Los nenes, preciosos todos. Tiernos, algo insoportables, pero extremadamente tiernos (¿o será que a mí me gustan los nenes?). Desarrollé muuuuuucha paciencia. Es muy loco ver cuánto dependen de uno! 'seño, me ayudás?' 'seño, donde está mi campera?' 'seño, me acompañás al baño?' Y obvio que repiten el 'seño' hasta que les respondés.

Tenía uno que se quejaba por todo, Thiago, pero que hablaba con la z y me daba ternura. 'Zeño.. ze.. zeñoooooooo, zabiaz que zo fui a.. fui a.... fui...' y nunca sabías a donde había ido porque se colgaba con nosequé otra cosa. Valentino que era un amor total, un morochito que sonreía con toda la cara, me enamoré completamente. Fran que tenía 4 y apenas se le entedía lo que decía.. '¿Cómo esquiaste hoy Fran?' 'Bem'. ♥ Mellizas, Marti y Delfi, que hablaban hasta por los codos, cantaban Violetta y se peleaban por sus alfajores. Josefina, que tenía 4 también pero que era un cohetito, un mini torpedo; de repente la veías y se había sacado los esquíes o se los estaba sacando a Valen (que estaba fascinado con Jose), se sentaba en el piso y quería ir al baño cada 3 minutos y medio. Y por último Guadi, que me hizo 798786465 dibujitos y era super obediente y una lady total.
Estuvo re copado, me hizo sentir super responsable (lo era), aprendí un montón de cosas del ámbito laboral y sobre todo, de esos nenes que siempre tenían una sonrisa para darte.

Torunn.

Cada día vemos pasar miles de personas frente a nuestras narices y el 99% de ellas simplemente pasa. Pasan sus caras, sus cuerpos, sus vidas y demás y no nos percatamos. No nos afectan en lo más mínimo. No recordamos sus caras, no nos llaman la atención.

Cuando conocemos a alguien, nunca sabemos cuánto van a repercutir en nuestras vidas. Puede ser desde un 'hola, chau' a terminar siendo mejores amigos. Nunca se sabe.

Es por eso Tori que me pone tan triste que te vayas. Porque nunca, nunca, nunca pero nunca, me hubiera imaginado que te llegaría a querer tanto. Nunca pensé que a esa chica que vino un día a la casa de Flor, que tenía acento raro y que 'de dónde viene?!? de Noruega?!?' iba a considerarla mi amiga.

'Me encantó conocerte' es poco. Porque sí, me encantó conocerte, me encantaron todas las cosas que hicimos juntas, pero además de eso siento que aprendí muchísimo de vos. Tenés mucha energía, mucha buena onda, muchas ganas. Y eso fue un gran sostén para mí, sobre todo porque fue algo que de verdad necesité. Y vos lo tenías (y seguirás teniendo)- Motivación. Energía.

¡Gracias Tori! ¡Gracias por bancarme tanto! ¡Gracias por elegir Argentina! 

O sea, de las millones de personas del mundo, de los cientos de países, de las miles de ciudades, elegiste esta, viniste a este país, nos conocimos. Te voy a extrañar mucho! Sos muy querible ♥ 

Siempre, pero siempre, vas a tener una cama disponible en mi casa. No importa dónde esté viviendo yo, siempre vas a poder llamarme y decir 'Dana, voy para allá' y te voy a recibir con los brazos abiertos. Sos bienvenida cuando quieras Tori. Tenés un lugar en Argentina (y en nuestras vidas). Vos te lo ganaste.

Espero que este año haya valido la pena, espero que haber cruzado continentes y océanos te haya hecho crecer. Espero haberte ayudado a hacerlo.

Tenemos mucha vida para volvernos a encontrar. Y podemos comer mucho queso jaajjaj. 

No es un chau, es un hasta luego. Nos vemos pronto. O tal vez no, quien sabe, pero estos meses me bastaron para querer verte de nuevo. Te juro que acá no termina :) 

No caigo en que de verdad te vas, en que ya no va a ser más tipo 'viene Tori?', en todas estas cosas que no quiero aceptar. Se me rompe un poquito el corazón, pero entiendo que ya es tiempo de que vuelvas a casa. Tenés otra gente que te extraña, gente que querés ver y extrañás, lugares a los que necesitás volver, tu idioma, tu cultura, tu escuela, tu vida en Noruega.

Gracias por dejarme aprender un poquito de todo eso. Fue hermoso tenerte presente. Y, nos veamos o no, que tengas una hermosa vida. Si tu vida puede ser al menos la mitad de lo hermosa que sos vos, considerala una buena vida.

Con amor, Dana.

ruido.

Nacemos libres. Pura y exclusivamente para nosotros. Sin embargo, de alguna u otra forma, nos atamos a cosas. Errores, momentos, personas. Pasado. Lo irónico es cómo tratamos toda la vida de desatarnos de estas cosas. De ser capaz de dejarlos ir. De que queden atrás, en otra época, otro momento, otra etapa. Que queden ahí, que sean parte de nuestro pasado. Ya ayudaron, ya está, ya podemos seguir. Hoy formamos otra cosa. Y para lograr eso tenemos que desatarnos. Metemos excusas, pedimos tiempo, pedimos espacio,  ordenamos nuestras prioridades, ponemos punto final. A veces volvemos atrás, a veces no nos desatamos del todo.

Tratamos toda la vida de ser capaces de vivir bien. Nos asustamos cuando llega la noche y nos encontramos solos, con nosotros mismos. Entendemos que tal vez, y sólo tal vez, no nos guste demasiado nuestra compañía. No somos capaces de soportar nuestros seres solos, desnudos de miradas. Aterrorizados, sin máscaras. Nuestras vidas, nuestros cuerpos. Nos consume el silencio, por eso nos llenamos de ruido. Buscamos el ruido. El ruido es escape, es salida. Nos envuelve, nos lleva a volar, nos hace olvidar el silencio interior. Y por silencio quiero decir voces que gritan, pero que solo nosotros podemos escuchar.

Cada persona trae su propio ruido, y a la vez, nosotros somos el ruido que llena el silencio de otros.  Es por eso también que nos atamos a otra gente.

No me di cuenta en qué momento me até. Era tarde cuando lo descubrí, y no fui capaz de reconocer razones. Hice oídos sordos a todas las voces que me marcaban una dirección. Fui por la de alguien más. El nudo se enredó todo, y se perdió en la oscuridad. Tal vez ya estaba desatada, pero más perdida que hoy, así que seguí una luz y traté de salir. Y acá estoy, nadando.

¿ficción?

Nuevo comienzo.

  Estoy con muchas ganas de empezar de nuevo. Este año se supone que es el año, yo quiero que lo sea, es mi último año de secundaria. Tampoco es que la vengo pasando pésimo pero sí siento que podría estar mejor. A veces me pongo demasiado triste o me preocupo mucho por cosas y necesito con urgencia relajarme.
  Yo misma me ato a cosas a veces (suposiciones, ideales que formo en mi cabeza) y no me hace bien porque como dije antes: necesito libertad para vivir. Si no es en libertad no vivo. 
  Esto incluye libertad en el hablar, pensar, actuar, decidir, etc. Así me aseguro de estar siendo fiel a mi misma, siendo yo al máximo.
  Pensar que tal vez me haya ''perdido'' días de mis 17 años me pone extremadamente mal. Pero si me pongo mal no avanzo, así que estuve pensando algunas ideas fundamentales que tengo que tener en cuenta, ahora y siempre.
  Pensé en compartirlas porque 1) puedo 2) tal vez ayudan a otro en la misma situación. 

• Yo soy responsable de que mis días valgan. Si no lo quiero yo, no lo va a querer nadie. Si no me aprecio yo, no me va a apreciar nadie. 
• Yo debo hacer las cosas para mí. No puedo esperar que nadie más las haga.
• Yo soy responsable de mis elecciones y mi acción. No puedo responsabilizar a nadie más por mis actos.
• Siempre, pero siempre, hay otra opción.
• Tengo que pensar cuidadosamente las decisiones que tomo. No es cuestión de ir por el camino corto o decidir por decidir.
• Cada uno tiene que poder estar solo para que los demás sean tan solo una compañía para hacer más placenteros los días.
• Cada uno si quiere estar bien, puede.
• Tengo que dejar de ahogarme en un vaso de agua por cada mínima cosa que pasa. Es inútil.
• La vida puede ser hermosa y, sobre todo, divertida. La diversión debe ser la base del camino. Las risas los pasos.
• Conocer nuevos ámbitos, explorar lugares nuevos, abrirse a nuevas personas es clave para no arrutinar a mis acompañantes. Que estar con ellos sea pura y exclusivamente una elección. 
• Los cambios son, por lo general, muy buenos. Generan una nueva armonía.
• Debo, por sobre todas las cosas, seguir mis principios. Si lo considero erróneo, no lo hago.

Y eso, amigos míos, es mi nuevo plan. Úsenlo si les parece.

Pajarito.

Soy una persona independiente y todo el tiempo voy de acá para allá; por eso soy tan cambiante. Es que conozco muchas realidades e historias y lugares y de todas saco un poquito y me lo quedo para mí. 

Busco volar más alto, siempre busco eso. No tengo miedo de bajar porque sé subir. Nadie que quiera atarme podría hacerlo jamás. No funciono así. Cuando estoy mal, es porque me siento atrapada en una situación o pensamiento. Y tengo que liberar mi mente para volver a volar.

Soy un pajarito y amo la libertad, amo la independencia. El sentimiento de poder volar sola y acompañada si lo necesito. Amo la libertad, el aire fresco y puro, las deliciosas nubes y por sobre todas las cosas, el azul del cielo.

Feliz cumpleaños blogcito.

que los cumplas feliz,
que los cumplas feliz,
que los cumplas blog ci to,
que los cumplas feliz
que verga soy

Hola, hoy hace un año (bueno, ayer) creé este blog. Lo primero que cumplí fue sobre el casamiento de Tom Fletcher. Guau. Parece que fue hace miles de años no tanto. 

La verdad es que incluso si no lo estoy usando mucho, estoy feliz de tener este espacio para mí. Las conclusiones a las que llegué mientras escribía no tienen precio. El alivio después de escribir no se compara con nada. Y, sobre todo, que este es un medio de descarga totalmente sano e inofensivo.

Es una de las cosas que más rescato del 2012; escribir. Y sé que no tiene fin. Y es la primera cosa que no tiene fin que me gusta (y no me asusta).

Gracias si en este último año leíste algo de todo lo que escribí. 

Gracias a los que me dijeron que les gustó. No se dan una idea de lo mucho que significa.

Gracias a los que no lo dijeron también.

¿Por muchos más?

debería darle las gracias a google por crear blogger? jajaj

visitante

A veces puedo imaginarme de grande, en cierto momento del día, con cierta gente, haciendo determinada cosa, una cosa que me gusta. Algo que sueño con lograr, una cosa que quiero vivir. Esa es la parte del futuro que de verdad me entusiasma, a la que aspiro llegar, lo que me da motivación para seguir y hacer las cosas lo mejor que puedo desde ahora. Me ayuda a enfocarme para dar todo de mí. Me gustan sus consecuencias, aunque el proceso en sí pueda ser largo y hasta incluso pesado.

Pero también puedo verme fracasando. Puedo verme haciendo las malas decisiones. Yendo por los malos caminos. Los fáciles porque es más fácil desviarse; es tentador. La diferencia es que no tienen consecuencias alegres ni mucho menos, fáciles. Y pensar en que existe esa posibilidad, la de terminar mal, la de no llegar y en vez de eso fracasar, me pone muy mal.

A veces no puedo dejar de pensar en esta segunda opción. Y así desencadeno un montón de pensamientos que definitivamente no ayudan a hacerme sentir mejor. Me estanco y me maquino. ¿Lo peor de todo? Soy yo la que piensa esas cosas, la que se tira para abajo. Soy la que no quiere verme triunfar. Soy la que más busca arruinar mis sueños. Cuando soy mi enemiga, soy mi peor enemiga. A veces me pongo a pensar si de verdad seré yo, o alguien que usurpa mi lugar momentáneamente. Porque a ver, yo sí quiero cosas buenas para mí, yo sí quiero lograr lo que ambiciono, yo sí quiero seguir adelante.

¿Entonces?

Entonces no puede ser que sea yo. Es alguien más que suele meterse dentro de mí y a veces logra controlarme. Me maneja como quiere, hasta que lo puedo sacar. Es un visitante, no un residente. Se tiene que ir. Ya le llega la hora, que se vaya. Y así vuelvo a la normalidad.

Yo necesito verdad.
Puedo desaparecer pero no me gustaría. Quiero levantar la cabeza pero suele caerse y los ojos no ven como veían antes. No quiero estar ausente. Quiero compartir.
La realidad se estropea cuando estamos así. Los sentimientos se van pero eventualmente vuelven. A veces los veo más tarde, a veces se esconden y no quieren ser vistos. Tal vez se quieren quedar y no se si voy a dejarlos. 
Y yo quién soy para decir tal cosa, no lo soy, no soy nadie. 
¿Por qué pasan las cosas que no queremos que pasen? ¿Cuál es el fin? ¿Por qué las cosas siguen pasando? ¿Cuál es mi necesidad? ¿Cuál la del resto?
¿Cómo era todo antes? Ya no me acuerdo, no lo sé por que ya no veo. Me enceguecí y me confundo mucho. Me ensordezco y no está tan mal. Hay cosas indispensables, otras inevitables, otras inolvidables. Hay cosas vitales y cosas que hay que respetar.

La vida es hacia adelante. Ningun brote retrocede.

El tiempo es alto, ancho, largo, profundo; no lo midas.

Traer el pasado es poner doble sombra. 

Amar es corregirse.

Sin dislexia no hay poesia.

Con semillas hay amor.

por: ani.

esto lo escribió otra chica (ani) y me gustó mucho. lo tenía en su cuaderno y le pregunté si podía copiarlo.

pensemos como ani.

.

Hoy tuve el siguiente pensamiento:
Hay un lugar al que pertenezco y voy a llegar ahí. Quiero llegar ahí, entonces es lo que voy a hacer. No hay apuro, siempre y cuando siga caminando hacia adelante. No es 'mi destino' estar ahí, si no que siento que pertenezco ahí. Que hay algo que ahí me espera. 
Y, en realidad, es más que un lugar. Es un hecho, un momento, una situación, un estilo de vida.
No significa que esta sea mi única meta. 
Como dije, no es un lugar determinado en el mundo. Puede ser muchas cosas. Puede ser más de una cosa a la vez. Va a cambiar en el futuro. Quizás mientras estoy en camino, quizás no. Seguramente después de vivirlo.
Hay muchas cosas que no sé pero saber que quiero cumplir esta meta me da ganas de seguir. Y así, algún día, llegar.

"I think that the only reason people hold onto memories so tight is because memories are the only things that dont change; when everybody else does".

"Creo que la única razón por la que la gente se aferra tan fuerte a sus recuerdos es porque los recuerdos son las únicas cosas que no cambian, mientras que todo el mundo sí".

 Desconocido -

Tengo como ataques de incomodidad social en los que quiero cerrar los ojos y desaparecer así con el mundo. Quiero rodearme de oscuridad y silencio para estar sola conmigo. A veces odio que me miren y/o toquen. No puedo aguantar a irme de ese lugar. Puede ser porque me estoy siento juzgada o insegura. A veces ni siquiera se por qué.

Pero también tengo momentos en los que grito y me río fuerte y soy sociable e hiperactiva y no tengo problemas de hacer amigos, porque me siento en confianza y segura de mí misma.

Y esos momentos varían con las horas, con los minutos. 

No dependen de nada. Sale como sale.

Y esta es otra de las razones por las cuales odio que me pregunten como soy.

no sé.

NO SE

NO LO SÉ.

Capitán.

-Capitán- grita el marinero- Capitán, se están acercando, capitán.

El Capitán no contesta. Mira al horizonte, perdido. Tal vez, en su propio océano. Quién sabe.

-Capitán, ¿dará la orden?-

La desesperación en la voz del marinero es evidente.

-Capitán, ¿qué hacemos?

El tiempo, que al estar en el mar pasa tan relativamente, se está acabando. El enemigo se acerca rápidamente.

-Capitán, ¿disparamos?-

Nada.

-¿Capitán?-

El enemigo está tan cerca que casi se lo puede oler. Obediente, la tripulación no se mueve hasta que no recibir órdenes de su capitán. Pero, ¿qué orden puede dar, si los doblan en número y armas? Casi podía jurar que era una misión suicida desde el principio.

Y ya es demasiado tarde para echarse atrás.

-Tomen sus posiciones. Preparen sus armas. Apunten. No disparen- declara el Capitán- No todavía- agrega.

Como Capitán que es, nadie se atreve a desobedecerlo. Están todos listos, esperando su orden. La orden del capitán.

Está esperando el momento justo para dar dicha orden. Y, tal como dijo, él también toma su posición. El lugar propio, que por derecho le pertenece: el timón.

El momento se acerca; la tensión se percibe en el aire. Se aferra fuertemente al timón, su único y más fiel compañero. Con la cabeza en alto y siempre la mirada en el horizonte, alza su espada.

Es el último minuto. Ya no importa quiénes alguna vez fueron, sus identidades, sus caras, sus recuerdos. Nada importa porque todo está a punto de perderse para siempre. Ninguno cuestiona nada más de la vida. Las decisiones que alguna vez supieron tomar quedarán enterradas para siempre. Todos piensan en ese alguien al que no pudieron despedir. Suspiran por esas cosas que ya jamás podrán hacer. Y anhelan que nunca jamás nadie tenga que pasar por eso que están viviendo ahora.

El Capitán se permite un segundo para recordar su miserable existencia. Suspira. “Muchas cosas no salieron como las planeé”, se repite para darse valor, “sin embargo me tocaron y es mi deber afrontarlas con el honor intacto”.

De su voz sale el grito que da paso a la guerra. Fuerte, claro, sin vacilaciones.

Como un Capitán.

Adolescencia, ¿te suena?

Gente queriendo suicidarse. Sin comer. Cortándose y dejando marcas en su cuerpo. Odiándose. Haciéndose daño porque sí. Haciéndose daño con 'razones'. Incomprendidos o ignorados. Mal entendidos. Invisibles a veces. 

No es justo que te sientas así. Nadie debería. Nadie debería llegar tan lejos. Entiendo que la adolescencia nos de vuelta todo y que nos haga cuestionarnos nuestra vida pero nadie debería sentirse tan mal bajo su propia piel. No es justo porque a veces ni siquiera nos lo buscamos nosotros. 

Porque sí, este es el momento de estar en contra de todo y decir que nada nos importa, este es el momento de explorar y encontrar nuestros límites y quiénes somos. Es el momento de hacerse un mundo por una cosita pequeña. Un billón de batallas internas y desconciertos y dudas y conflictos. Pero esos conflictos son nuestros y los generamos nosotros porque queremos.

¿Qué pasa con esas cosas que llegan por alguien más? Esos pensamientos que nunca hubiésemos deseado tener y que no conoceríamos si no fuera por otra persona. Esas palabras u opiniones que nos dicen y que nos llevan a convencernos de cosas que no son verdad. Esas miradas que hacen que nos cuestionemos el doble. La paranoia que viene después, la culpa, el vacío. El llanto, los secretos, las mentiras...

Muchos adultos y hasta algunos jóvenes normalmente critican a nosotros, los de entre 11/20 años -estoy contando la pre adolescencia también y nadie deja de ser adolescente hasta por lo menos los veinte años-. Tal vez se olvidaron cómo era estar en nuestro lugar, tal vez nunca les pasó, tal vez les resulta divertido. Tal vez; pero juzgar a una persona nunca está bien.

A vos, que criticás tanto y hablás por hablar. A vos te digo, ¿te hace bien? ¿te divierte? ¿te hace sentir mejor hundir a otra persona? ¿sabías que esa persona no dejó de torturarse desde que vos le hablaste? ¿sabías que no está sordo/a y escuchó tu comentario? ¿sabías que le estás hablando a un ser humano que siente y no a una pared? ¿sabías que van a pasar años y esa persona se va a seguir acordando de lo que dijiste? 

No es justo sentirse así y menos por personas que no valen la pena. Duele todavía más cuando viene de alguien que queremos. 
¿Vale la pena darle importancia a esos comentarios? 
Maquinarnos hasta hartarnos de pensar no nos va a ayudar en lo más mínimo; después de todo ellos no saben como es estar en 'nuestros zapatos'. No saben de qué están hablando. La ignorancia se mata con educación, y si no quieren aprender..

que se jodan. Definitivamente no es tu problema.

enmenosdeunsegundo

Vos me decís algo y yo siento como golpea en mí. Y lo siento atravesarme. Me alcanza. La última gota de autoestima cae. La siento pesada en mis pies y se deshace de mí. Empiezo a pensar en todos aquellos pequeños errores que tuve desde que tengo memoria. Las veces que me equivoqué, las que me pasé, las que simplemente estuve mal. Recuerdo todas aquellas veces que me dije a mi misma que podía, que me daba igual lo que los otros piensen de mí. Y me siento una idiota. Mentiras. Realidades que quise ver y que vos acabás de desmentir. Y me hacés pensar que lo inventé todo y que todo estaba en mi mente.

Todo eso pasa por mi cabeza en menos de un segundo y obviamente vos no lo podés llegar a percibir. No ves la lucha interna contra las lagrimas que quieren escapar de mis ojos. No ves como me freno a mi misma de tirarme al piso y gritar 'YA LO SÉ'. No ves el nudo en mi garganta, ni como cae mi sonrisa. No lo ves porque me obligo a componerme. No lo ves porque no te dejo. No te dejo ni te voy a dejar vencerme.

HOLA VENGO A QUEJARME PORQUE PUEDO.

Que feo es sentirse algo reemplazada en tu familia, y saber que las cosas eran completamente diferentes cuando yo era chica, y que todo gira alrededor de mis primitos al contrario de como era hace algunos años. 

¿Celosa? 

New Year's Resolutions.

Sí, sé que estamos a 19 días de Enero pero siento la necesidad de escribir esto así que lo voy a hacer, carajo.
También sé que en la entrada que hice del resumen del 2012 puse algunas tareas para el 2013, pero descubrí una nueva y muy importante.

• No solo no tengo que bajar los brazos, no solo tengo que seguir remando y vivir cada día. También no debo olvidarme de que, para cambiar mi realidad y hacer más placentero el camino, no puedo hacer un cambio rotundo. Que es algo que trate de hacer por años y no funciona. No sirve tratar de cambiar mi vida de un día para el otro, ser una persona nueva o cosas por el estilo. Lo importante es ir cambiando lo que molesta en el día a día, en la vida cotidiana. Limpiar lo que ensucia nuestra vista. 

Era eso nada más, me retiro.

Feliz cumpleaños a mí.

Un año. 365 días. 8.640 horas. Parecen un montón, ¿no? Pero al momento de cumplir años, parece muy poco. Siento que no me van a alcanzar.
Espero haber aprovechado esas horas de los 16, porque no vuelven. Ahora llegan nuevas, llegan las de los 17.

Nunca antes había tenido 16 años. Nunca más los tendré. Pero los tuve, y eso no me lo saca nadie. Los momentos que viví en mis dieciséis años se quedan conmigo, están entre ellos y yo. Son únicos e irrepetibles. 

Ahora vienen nuevos momentos y estoy más que lista para vivirlos. No sé qué me espera, pero tengo la certeza de que muchas pero muchas cosas más que en los 16.

Feliz cumpleaños a mí. 

Chau 16. ¡HOLA DIECISIETE!

2012, ¿cómo te portaste?

¿Se supone que tengo que hacer un balance/resumen del año? 

Estuve pensando mucho tiempo qué decir en este resumen del 2012. Podría poner todas las cosas buenas y todas las malas que pasaron, o algo por el estilo, pero me parece que no tiene mucho sentido entrar en tanto detalle. Me parece mejor hacer un repaso general del año.

Como todos los años, pasaron cosas buenas y cosas malas. Eso se sabe, siempre va a ser así porque tiene que haber un balance. A veces pasan más cosas buenas o más cosas malas y eso hace que sea un mejor o peor año. Este año estuvo bastante balanceado. Bueno, no. Logró, sí, un equilibrio (si se quiere) porque hubo muchas cosas buenas y muchas cosas malas, pero fue un verdadero lío. Lo que lo distingue de otros años es que mirándolo bien, fue una montaña rusa. Tuve muchas altas y muchas bajas, las cosas cambiaban muy rápido y también el tiempo voló. Fue acelerado, algo confuso pero también muy divertido.

2012 fue un año de acercamientos. De conocer.

• Nueva gente.
• Gente que creía conocer (y conocí mejor).
• Nuevas bandas.
• Nuevas sensaciones y pensamientos.
• Nuevos lugares en el mundo.
• Las que resultaron ser pasiones.
• -me. Conocerme. Acercarme a mí.

2012 también fue un año de pérdidas. Algunas permanentes, otras recuperables. Quiero concentrarme en las últimas y recuperar lo que perdí. 

En fin, rescato del 2012 todo lo que aprendí. Algunas cosas a la fuerza, otras con más facilidad. De ninguna manera se olvidan. Rescato los momentos que se grabaron en mi memoria para siempre, son recuerdos que hacen al camino. Los buenos, claro. Sin embargo, no olvido los malos, porque son parte del viaje. Y creo que de eso se trata: cada decisión, hecho, pensamiento, sentimiento, sueño, ambición, meta, interacción, recuerdo que tenemos hace y agrega a nuestra vida. Podemos elegir qué queremos que se quede y qué no.

¿Mi tarea para el 2013?
Seguir remando, proponerme metas y tratar de alcanzarlas, ser lo más ''yo'' que pueda, ambicionar el futuro, mantenerme alerta, no bajar los brazos. Seguir aprendiendo. Equivocarme y corregirme. Caerme pero levantarme. Concentrarme para no desviarme. Vivir cada día.

De nada sirve mantener los sueños como sueños 

El otro día llegué a esta conclusión. 

Porque los sueños solos no valen nada. Valen si los ponés en práctica. Soñar por soñar no vale. No tiene sentido. Soñar y hacer ese sueño cumplir, eso sí. Ser ambicioso, eso sí.  

Tratar de llegar. 

Acortar la distancia que nos separa de ellos, nuestros sueños.

11

8 de diciembre de 2001.
Qué día para olvidar.

Nadie nace sabiendo para qué vino a este mundo. Yo no lo sé. Lo que sí sé, es que definitivamente podríamos haber salteado ese día. Yo no nací para entregar gente. O enterrar, que vendría a ser lo mismo.
Definitivamente, el 8/12/01 es uno de esos días que preferiría no haber vivido. Hoy, 11 años después, todavía no lo supero.
"Es que vos, Dan, te aferrás mucho al pasado" Me dijo un día una amiga, refiriendose a este tema. Puede ser pero, ¿cómo dejarlo ir?
Me acuerdo que ese día le pregunté a mi papá por qué te habías ido. "Porque Dios necesitaba alguien que le pinte un atardecer como este". Miré afuera y el cielo estaba naranja como nunca antes. Fue el atardecer más bonito de mi historia. Nunca en mi vida lo volví a ver así. Se me infla el pecho de orgullo cuando veo el cuadro que tenemos en el living. Ojalá algún día pueda hacer algo tan bien como lo hacías vos.
Te extraño mucho Lelo. Mucho, muchísimo. Gracias por cuidarme desde siempre. Para serte sincera, me hubiera gustado compartir un rato más con vos. Y que me cuentes tus historias. Y que me muestres tus cuadros. Y que charlemos. Pero me quedo con los poquitos (pero hermosos) recuerdos que tenemos.

Danita. 

Miedos.

Tenerle miedo a tener miedo.
¿Qué? Bueno, es que hay mucha gente que tiene miedo a tener miedo. Niegan sus temores y se esconden bajo caretas. Para algunos es inaceptable tener miedo. ¿Por qué? Porque tener miedo y demostrarlo es sinónimo de debilidad (o eso creen). Y todos necesitamos fortalezas.
En fin, hoy estuve pensando *milagro* y me di cuenta de que tal vez no está tan mal tener miedo. Si aceptás que tenés miedo, automáticamente eso que te daba miedo, te da menos miedo. Se vuelve más inofensivo. ¿Me explico?
Y por esta vez me gusta el miedo que tengo. ¿Qué miedo es ese? La incertidumbre. Es el no saber qué voy a hacer de mi vida dentro de un año. Qué decisiones voy a tomar, qué caminos. Digo que es un miedo porque hay gente que verdaderamente está aterrada del futuro. Tal vez yo también lo esté pero me encanta la sensación de adrenalina que eso genera. Es que lo veo así: si no sé todavía, es porque tengo todas las opciones para saber. Tengo mil y una maneras de descubrir qué quiero. Y están todas a mi disposición. Tengo mil y una opciones.
En conclusión, me gusta esta clase de miedo, temor, incertidumbre, lo que sea que estoy sintiendo. 

Hasta siempre, Paforme.

Emmita:

               Gracias por haberme dejado ser parte de tu vida, aunque haya sido por tan poco tiempo.

               Gracias por haberme confiado tus secretos. Algunos, al menos. 

               Gracias por haber confiado en mí y por haberme ayudado a que yo misma confíe. 

               Te tomé mucho cariño, flaquita. Pocas veces me había encontrado con una personalidad tan única y original. Hermosa a tu manera, demasiado ciega para verlo. 

               Nos queda pendiente un adiós. 

               Espero que te reencuentres con todo lo que alguna vez perdiste o te quitaron. Y que seas feliz, donde sea que estés. 

               Hasta siempre. 

                                                          Danita. 

"Hacé valer tus días y tus desiciones, nada más."

Emma, 1992/2012. 

¿Dónde estás? 

Te fuiste tan rápido y tal vez te perdiste. Te extraviaste entre dos mundos, pero eso fue hace rato ya. 

Te encanta aparecer de repente, y así como llegás, te vas.. 

Espero que no me saques el chau de la boca, espero que no termine.

Espero que tengas paz. Espero que encuentres todo lo que alguna vez buscaste.

Espero que sepas que estoy agradecida por el pequeño tiempo que compartimos.

Espero no ser una ingenua al pensar que todavía hay remedio. 

O al menos, en que nos espera una vez más. 

Contraria.

contrario, -ria adj.

1   Que tiene un sentido o significación completamente diferente: opinión contraria.

2   Que es opuesto a una cosa.

3   Que es nocivo: contrario a la salud.

Si bien tal vez nunca sea lo suficientemente capaz de definirme sin sentirme incómoda, usar una larga lista de adjetivos negativos o disgustarme, hay un adjetivo que puedo usar y me gusta. Soy contraria.

En realidad no estoy muy segura si esa es la palabra correcta, pero me refiero a dos cosas: 1) soy contraria conmigo misma, es decir soy hiper indecisa y eso es insoportable más de una vez y 2) soy contraria al resto, es decir voy contra la corriente.

Contraria conmigo misma: En realidad esto no me gusta para nada, pero creo que vale la pena explicarlo (je como si a alguien le importara). A veces soy mi peor enemigo. Me saco las ganas de hacer cosas que originalmente quería hacer. Me contradigo apropósito, en mi propia mente, claro. Busco 1 y 1000 "peros" y excusas para poner obstáculos a lo que yo misma quiero. ¿No entendiste? Yo tampoco.

Contraria al resto: Definitivamente amo esto. Aunque más de una vez me haya jugado en contra, no me importa. Amo con todo mi ser pensar diferente. Porque de la manera que pienso, puedo analizar la opinión del otro y de ahí buscar la mía. Contemplo varias posibilidades (no todas, mi opinión no es perfecta; ni ahí) antes de hablar. Y esto es algo que poca gente hace. Y creo que todavía me falta mucho, muchísimo. Pero por algo se empieza. 

                                   A veces me sale naturalmente, otras lo hago apropósito. Solamente por el placer de ir en contra. De no ser igual.

A partir de ahora voy a poner una nueva etiqueta: "describiéndome"

Eclipse.

Hace unos días hubo un eclipse. Lamentablemente, no lo pude ver en vivo y en directo, pero sí vi cómo se vio en Australia y realmente me impactó.
Un fenómeno cómo un eclipse solar te deja helado. Te recuerda la inmensidad de todo lo que te rodea. Te hace sentir mínimo. 
En el momento en que la Luna cubre totalmente al Sol, y se libera ese destello que casi nos deja ciegos, me dí cuenta de algo. Todo encaja. Nosotros; todos encajamos. Todos tenemos nuestro propio lugar. Y ese lugar no lo tiene nadie más, no lo puede ocupar otra persona. Que estoy acá por algo. Que todos estamos conectados, bajo el mismo cielo. Bajo el mismo eclipse, aunque no se vea en todos lados.  
Irónico, ¿no? Porque por más mínimos que nos veamos frente al Sr. Sol, somos inmensos como él, como la Luna. Vos, yo. Hasta una hormiga. Porque, va a sonar cliché, pero todos son grandes, todos brillan a su manera. Propia, única. Como pueden. De a poquito. No hay nadie más como nosotros, somos una pieza invaluable de este Sistema Solar. Y no sería lo mismo si no estuviéramos.
El eclipse me recordó esto: que no tengo que olvidarme que el lugar que ocupo en este universo infinito es mío, es propio. No hay otro igual. 
Y que no va a haber otro eclipse como ese. Fue, básicamente, un: "Dejá de perder tu tiempo y activá"

Y, por último, que el eclipse no nos deje eclipsados. Que no se te pase por alto. No te olvides donde estás, no te olvides dónde queda tu lugar. No te olvides que nadie más puede ocupar ese lugar, ni hacer las cosas que vos podés hacer.

El eclipse me dejó soñadora.

“No existe algo como la belleza, especialmente en un rostro humano, eso que llamamos fisonomía. Todo es un imaginado y matemático alineamiento de rasgos. Por ejemplo, si la nariz no sobresale mucho, si los costados están bien, si las orejas no son demasiado grandes, si el cabello no es demasiado largo. Es una mirada generalizadora. La gente piensa que ciertos rostros son hermosos, pero, realmente, no lo son. La verdadera belleza, por supuesto, viene de la personalidad. No tiene nada que ver con la forma de las cejas. Me dicen de tantas mujeres que son hermosas... pero cuando las veo, es como mirar un plato de sopa”.

C Bukowski.

-sacada de vavi-

-

Cuidado: contenido explícito. Básicamente, mucha furia.

Por qué mierda no puedo pasar un puto día tranquila sin estar mal por algo la concha que me re mil pario. O sea ¿qué carajo le cuesta A QUIEN MIERDA SEA QUE ESTÉ MANEJANDO MI VIDA darme un día, una hora, una semana completa sin que algo malo pase? La puta madre. 

Historias

Hola, hoy estoy inspirada. O simplemente tengo muchas cosas que decir.

Me doy cuenta que me re-descubro a cada minuto. Cada día aprendo algo nuevo sobre mí, algo que no conocía. Nada muy sorprendente, pero todo aporta. Supongo que uno nunca se termina de conocer, y es raro pensar eso. ¿Acaso somos extraños en nuestros propios cuerpos?

Lo que descubrí hace unos días que, a decir verdad ya lo sabía, es cuanto me gusta estar con gente. Por más que haya momentos en los que quiero estar sola y con nadie más que conmigo, me encanta pasar tiempo con gente a la que no estoy acostumbrada (léase: extranjeros, gente de otras edades, de diferentes lugares). Debe ser por sus historias.

Historias.

Algunas tristes, otras no tanto; entretenidas; difíciles; llenas de vida; únicas. Simples no. Historias que cautivan, que emocionan, que te dejan con ganas de más. Historias que nunca terminan. Historias que te dejarían helado, que te llenarían los ojos de lágrimas, que te sorprenderían...

Amo escuchar esas historias y lo hago siempre que puedo. 
Y ahora me doy cuenta de que no me basta con escucharlas, quiero vivir en ellas. Quiero escribir sobre ellas, quiero convivir con ellas.

Es casi como si no pudiera estar feliz del todo. Y tampoco sé cómo explicarlo.
Estuve bien estos últimos días, a pesar de estar enferma, no me sentía mal (más que físicamente).
Y hace aproximadamente un minuto y medio me acaba de bajar esa felicidad. ¿Por qué?
Tal vez es porque me da culpa sentirme bien. Es estúpido e incoherente, ya sé, pero no puedo evitarlo. Y eso que ni siquiera la siento en grandes proporciones, no me está matando. ¿Y por qué siento culpa?
Supongo que es porque alguna vez me sentí muy mal, y alguna vez me hice muy mal a mi misma solamente usando mi mente, y estar bien ahora parece una falta de respeto. No tiene sentido. Y, al mismo tiempo, pienso que no me hice tan mal. No lo suficiente.
¿Y de qué carajo estoy hablando? 
Cómo si hubiese medidas para este tipo de cosas. Como si importara cuánto o cómo. 

Por suerte (o tal vez no tanta), soy bastante masoquista. A cierta parte de mi le molesta estar bien, pero sin embargo lo voy a seguir estando. Me chupa un huevo importa un bledo.
Y puede que en 3 minutos y medio (o dos meses) me arrepienta de pensar/decir esto, o piense totalmente diferente pero..
Date cuenta.

Es una elección.

Hoy soñé con vos. Soñé que estaba en la escuela y vos llegabas. Te habías curado, estabas hermosa. Tenías una sonrisa enorme en la cara y cuando te abrazé no sentí que iba a quebrarte.

Pero después me desperté. Y la realidad fue muy cruel.

Hace tres semanas te vi por última vez. Un último abrazo, el colectivo que se está por ir, tu mamá gritando, ya te vas.

¡Fuerza!, gritamos. ¿De dónde voy a sacarla? pensé yo.

Hace tres semanas que no te veo y que no pienso en otra cosa. Te extraño, y mi único consuelo es que estás ahí para recuperarte. Siempre fuiste la más fuerte y sé que esto no va a poder con vos. Es un tropezón del que tenés que levantarte. Pero aunque te estiremos la mano, tenés que hacerlo sola.

¡Por eso te mando mucha fuerza amiga! Aguantá, es un cachito más. Te amo y quiero verte bien!

28/10/2011

 hace un año.

¡¿Contradictoria, yo?!

CUIDADO: Extremada contradicción por parte de la autora en esta nota.

Tengo un millón doscientas doce mil setecientas veintitrés cosas revoloteando en mi cabeza y estoy reventando.

Me preguntan '¿cómo estás?' y por costumbre contesto bien. Por costumbre no más, lo que no significa que esté mal. Tal vez ni siquiera sé cómo carajo estoy.
Pasan cosas buenas y pasan cosas malas. No somos estables, al menos yo no. Es más, podría incluso definirme como lo contrario a eso. Y se podría decir que hasta me da bronca tener que definirme, o hasta tener que definir algo tan simple como cómo estoy.
Apenas estoy descubriendo quién soy, ¿cómo prentendés que sepa cómo estoy?

O tal vez sí sé cómo estoy y aún así, todo me moleste mucho.
Estoy bien. Eso es lo principal, arranquemos de ahí.
Es solo que a veces, hay demasiadas cosas que me tiran para abajo. 
Contra algunas se puede, contra otras sólo queda reaccionar. Lamentarse con las consecuencias.

La pregunta es ¿hasta dónde se le puede ver el lado bueno a las cosas? ¿Hay un todo o nada? ¿Hay un siempre o nunca?

Claro está, nos acordamos de las cosas que nos convienen. Si querés estar triste, razones no faltan seguro. Ahora estar bien, ser feliz, requiere esfuerzo. 
¿Qué tan vago sos?

Obviamente, ya me fui de tema. Será que nunca quise llegar a ningún lado. Solo aclararme a mí misma algunas cosas. 
En ningún momento pretendí que entendieras algo de lo que acabas de leer.

E

You'll come back, when it's over.
No need to say goodbye.

¿Dónde estás? Espero que te encuentres pronto. 

Tengo mucha fe en vos, sabés que sí. Siempre la tuve y no voy a perderla.

Espero que puedas librarte de una vez de todo lo que te persigue a diario. Espero que puedas sonreír. Y que ya no duela.

Siempre habrá una nueva oportunidad esperándote. 

Te quiero, y ojalá podamos hablar pronto.
-a Emmita, con cariño-

¿Libres?

Ni un poco.

Atados, más bien. A pensamientos, a sentimientos, a acciones, a personas.

Al pasado.
Atrapados en nuestra propia mente,
sin siquiera poder hacer una decisión coherente.

Tal vez sí.

Podría no importarnos nada ni nadie, y no tendríamos este problema.

{a veces estaría bueno poder desligarse de esa forma, así como así}

Sería todo mucho más fácil.

Lo somos.

Somos libres de sentir, somos libres para ser. 
Nuestra vida es nuestra.
Porque podemos elegir vivir desde otro punto de vista,

 sin ver esas cosas que nos "atan" como castigos.

Más bien transformarlas en algo bueno.

También podemos vivir el hoy, el día a día. Soltarle los brazos al pasado, porque a veces puede sofocar.

Sé el cambio que quieras ver en el mundo.

No tengo idea quién dijo esto, pero qué sabio. 

¿De qué color pintamos nuestros días?

¿Cuántos 'te quieros' hacen falta para sentirnos queridos?

¿Cuánta gente a nuestro alrededor? ¿Cuántos abrazos diarios?

¿Cuántas palabras de consuelo para sentirnos mejor?
¿Cuántos inviernos?

¿Cuántas sonrisas por día debemos recibir para poder decir que fue un buen día?
¿Te sirve un 'Buenos días'?

¿Cuántas páginas de un libro diarias hay que leer?

¿Cuántas carcajadas hay que largar?

¿Cuánto para hacer de un día, un buen día?