19.5.12

C


Llegás, con cara de pocos amigos y yo te saludo. Y te obligo a sonreir. Me hacés caso.
Van pasando las horas y te cambia el humor. En realidad, el humor te cambia cada media hora más o menos. Ya te conozco.
Te reís de verdad, con ganas. Tu risa se escucha, todos  se dan vuelta. No te importa, nunca te importa.
Te cuento las cosas y te las escondo también. No entedés nada y retorcés todo. Tengo que enseñarte a conocerme. Pero no quiero, no es necesario. Me callo.
Aprendés rápido.
Te reís de todo pero también llorás; a veces demasiado.
Te torturás a vos misma y no te escuchás.
Pensás que nadie te entiende.
No ves la magia que creas.
Y te olvidás de que tenés solo 16 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario