15.9.13

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       La vida tiene puertas por las que entran y salen miles de cosas cada día. Entran y salen palabras, miradas, toques. Entran sentimientos. Salen suspiros. Entra odio y sale amor. Y viceversa. Hay cosas que entran para quedarse, otras que salen para volver a entrar, algunas chusmean y dan media vuelta y se van. Hay de todo porque así es la vida, una mezcla de millones de cosas. Eso somos. El resultado de una gran suma. La conclusión de un gran texto.
       Entre todas esas cosas que entran, entra gente también. A veces no nos damos cuenta de que entraron hasta que ya están ahí. Hay gente que entró mucho antes de que supiéramos la existencia de esas puertas. Hay gente que nos gustaría que entre, pero al parecer no está en sus planes. Hay otros que entran y así como entraron, se van. Otros que salen sin que queramos. Y hay otros a los que invitamos a salir. (O más bien, echamos a patadas).
       Todos ellos tienen un efecto en nosotros. Una alteración. 
       Nuestra vida es una serie de cosas; algunas más simples, otras complicadas. Ninguna sería igual sin la presencia de todas esas personas con las que nos cruzamos.


       Hay demasiada gente que no necesitás en este mundo. 
       Procurá que no te afecten. Tanto.



2 comentarios:

  1. Me gustaría tanto ser capaz de seguir lo que dices. Pero el dolor provocado por una persona que sale de tu vida, hace de tu vida un montón de cenizas.

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  2. Dejame decirte Barbi que la parte oculta de este escrito es el proceso que pasé para llegar a pensar así. Costó, mucho, cuesta aún a veces pero es una cuestión de determinación y balance. Y respeto a uno mismo. Muy lindo tu blog, por cierto :)

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