30.7.13

zeñooooo

pasó algo que nunca nadie pensó que podría pasar.
trabajé.
t r a b a j é
Fui ayudante en una escuela de esquí, tenía 7 nenes de entre cuatro y seis años, todos principiantes. 
Fueron solo dos semanas pero siento que aprendí muchísimo; desde a respetar un horario, hasta a dejar mis necesidades de lado para atender a los nenes primero.
Los nenes, preciosos todos. Tiernos, algo insoportables, pero extremadamente tiernos (¿o será que a mí me gustan los nenes?). Desarrollé muuuuuucha paciencia. Es muy loco ver cuánto dependen de uno! 'seño, me ayudás?' 'seño, donde está mi campera?' 'seño, me acompañás al baño?' Y obvio que repiten el 'seño' hasta que les respondés.
Tenía uno que se quejaba por todo, Thiago, pero que hablaba con la z y me daba ternura. 'Zeño.. ze.. zeñoooooooo, zabiaz que zo fui a.. fui a.... fui...' y nunca sabías a donde había ido porque se colgaba con nosequé otra cosa. Valentino que era un amor total, un morochito que sonreía con toda la cara, me enamoré completamente. Fran que tenía 4 y apenas se le entedía lo que decía.. '¿Cómo esquiaste hoy Fran?' 'Bem'. ♥ Mellizas, Marti y Delfi, que hablaban hasta por los codos, cantaban Violetta y se peleaban por sus alfajores. Josefina, que tenía 4 también pero que era un cohetito, un mini torpedo; de repente la veías y se había sacado los esquíes o se los estaba sacando a Valen (que estaba fascinado con Jose), se sentaba en el piso y quería ir al baño cada 3 minutos y medio. Y por último Guadi, que me hizo 798786465 dibujitos y era super obediente y una lady total.
Estuvo re copado, me hizo sentir super responsable (lo era), aprendí un montón de cosas del ámbito laboral y sobre todo, de esos nenes que siempre tenían una sonrisa para darte.

15.7.13

Torunn.

Cada día vemos pasar miles de personas frente a nuestras narices y el 99% de ellas simplemente pasa. Pasan sus caras, sus cuerpos, sus vidas y demás y no nos percatamos. No nos afectan en lo más mínimo. No recordamos sus caras, no nos llaman la atención.
Cuando conocemos a alguien, nunca sabemos cuánto van a repercutir en nuestras vidas. Puede ser desde un 'hola, chau' a terminar siendo mejores amigos. Nunca se sabe.
Es por eso Tori que me pone tan triste que te vayas. Porque nunca, nunca, nunca pero nunca, me hubiera imaginado que te llegaría a querer tanto. Nunca pensé que a esa chica que vino un día a la casa de Flor, que tenía acento raro y que 'de dónde viene?!? de Noruega?!?' iba a considerarla mi amiga.
'Me encantó conocerte' es poco. Porque sí, me encantó conocerte, me encantaron todas las cosas que hicimos juntas, pero además de eso siento que aprendí muchísimo de vos. Tenés mucha energía, mucha buena onda, muchas ganas. Y eso fue un gran sostén para mí, sobre todo porque fue algo que de verdad necesité. Y vos lo tenías (y seguirás teniendo)- Motivación. Energía.
¡Gracias Tori! ¡Gracias por bancarme tanto! ¡Gracias por elegir Argentina! 
O sea, de las millones de personas del mundo, de los cientos de países, de las miles de ciudades, elegiste esta, viniste a este país, nos conocimos. Te voy a extrañar mucho! Sos muy querible ♥ 
Siempre, pero siempre, vas a tener una cama disponible en mi casa. No importa dónde esté viviendo yo, siempre vas a poder llamarme y decir 'Dana, voy para allá' y te voy a recibir con los brazos abiertos. Sos bienvenida cuando quieras Tori. Tenés un lugar en Argentina (y en nuestras vidas). Vos te lo ganaste.
Espero que este año haya valido la pena, espero que haber cruzado continentes y océanos te haya hecho crecer. Espero haberte ayudado a hacerlo.
Tenemos mucha vida para volvernos a encontrar. Y podemos comer mucho queso jaajjaj. 
No es un chau, es un hasta luego. Nos vemos pronto. O tal vez no, quien sabe, pero estos meses me bastaron para querer verte de nuevo. Te juro que acá no termina :) 
No caigo en que de verdad te vas, en que ya no va a ser más tipo 'viene Tori?', en todas estas cosas que no quiero aceptar. Se me rompe un poquito el corazón, pero entiendo que ya es tiempo de que vuelvas a casa. Tenés otra gente que te extraña, gente que querés ver y extrañás, lugares a los que necesitás volver, tu idioma, tu cultura, tu escuela, tu vida en Noruega.
Gracias por dejarme aprender un poquito de todo eso. Fue hermoso tenerte presente. Y, nos veamos o no, que tengas una hermosa vida. Si tu vida puede ser al menos la mitad de lo hermosa que sos vos, considerala una buena vida.
Con amor, Dana.

3.7.13

ruido.

Nacemos libres. Pura y exclusivamente para nosotros. Sin embargo, de alguna u otra forma, nos atamos a cosas. Errores, momentos, personas. Pasado. Lo irónico es cómo tratamos toda la vida de desatarnos de estas cosas. De ser capaz de dejarlos ir. De que queden atrás, en otra época, otro momento, otra etapa. Que queden ahí, que sean parte de nuestro pasado. Ya ayudaron, ya está, ya podemos seguir. Hoy formamos otra cosa. Y para lograr eso tenemos que desatarnos. Metemos excusas, pedimos tiempo, pedimos espacio,  ordenamos nuestras prioridades, ponemos punto final. A veces volvemos atrás, a veces no nos desatamos del todo.
Tratamos toda la vida de ser capaces de vivir bien. Nos asustamos cuando llega la noche y nos encontramos solos, con nosotros mismos. Entendemos que tal vez, y sólo tal vez, no nos guste demasiado nuestra compañía. No somos capaces de soportar nuestros seres solos, desnudos de miradas. Aterrorizados, sin máscaras. Nuestras vidas, nuestros cuerpos. Nos consume el silencio, por eso nos llenamos de ruido. Buscamos el ruido. El ruido es escape, es salida. Nos envuelve, nos lleva a volar, nos hace olvidar el silencio interior. Y por silencio quiero decir voces que gritan, pero que solo nosotros podemos escuchar.
Cada persona trae su propio ruido, y a la vez, nosotros somos el ruido que llena el silencio de otros.  Es por eso también que nos atamos a otra gente.

No me di cuenta en qué momento me até. Era tarde cuando lo descubrí, y no fui capaz de reconocer razones. Hice oídos sordos a todas las voces que me marcaban una dirección. Fui por la de alguien más. El nudo se enredó todo, y se perdió en la oscuridad. Tal vez ya estaba desatada, pero más perdida que hoy, así que seguí una luz y traté de salir. Y acá estoy, nadando.

¿ficción?